01 octubre 2006

UN MUNDO IDEAL: Actualización del cerebro humano


Para que un mundo mínimamente digno fuera compatible con la existencia del hombre, el cerebro de éste debería modificar su funcionamiento. Dios, que en algo debió equivocarse, debería tomar nota de Bill Gates. Windows es otra criatura imperfecta capaz de generar el colapso más iracundo en el corazón del mismísimo Job. Bill Gates ha ido paliando sus cagadas (con perdón) a base de actualizaciones automáticas. El sistema, a través de Internet, se conecta a Microsoft y los ficheros que funcionaban a medias o tenían fallos quedan sustituídos con otros con menos fallos. Y la verdad es que es algo positivo para los sufridos pacientes de Windows.

Pues bien: con el hombre debería hacerse algo similar. Es evidente que en la humanidad se generan todo tipo de defectos: egoismo, crueldad, manipulación, abuso en una gran variedad de gamas, etc. Debería estar, por tanto, previsto un sistema via telepática que conectara al cerebro con un centro de actualizaciones y se hiciera un “download” automático para mejoras y un test periódico para defectos generados por el tiempo, la propia actividad o consumo de drogas, tabaco o alcohol.

Así como hay alguna parte del cerebro que genera envidia cuando vemos al vecino que puede permitirse más lujos trabajando de obrero cuando uno es directivo de una gran empresa, mediante la actualización pasaría a sentirse admiración profunda por el obrero. Y, en lugar de rayarle el coche nuevo con las llaves, se le preguntaría por la cantidad de placer que se siente al conducirlo.

Así mismo cabría sustituir la generación espontánea de la conducta iracunda cuando vamos conduciendo y el de delante tarda más de 3 segundos en arrancar el coche tras ponerse el semáforo en verde. En lugar de ello, aprovecharíamos para disfrutar más intensamente de la música o admirar los monumentos (en ambos sentidos de la palabra: las estátuas y las mujeres) que pueden verse por la calle. En el caso poco probable de tener prisa – la prisa también tiene que ser erradicada del pensamiento – un sistema de megafonia incorporado de serie en los automóviles, le diría al conductor dormido: “apreciado conductor, se le informa de que hace ya un minuto se ha puesto el semáforo en verde. Con tal de ahorrar combustible, le rogaríamos se pusiese en marcha tan pronto como le sea posible”.



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